El mundo de Homero (fragmento)Pierre Vidal-Naquet
El mundo de Homero (fragmento)

"En la época que nos interesa, la de los poemas homéricos, la belleza que penetrará en el corazón de la civilización griega, y que será exaltada en la poesía de Safo, las vasijas de Exekias y las esculturas de Fidias, está encarnada en un personaje tan seductor y peligroso como Helena. Pero el retrato no termina ahí, porque Príamo pide a Helena que identifique, por orden jerárquico, a los jefes aqueos que se divisan desde lo alto de las murallas: Agamenón; Ulises, que por ser menudo es comparado con un robusto carnero; Áyax, hijo de Telamón, un gigante; Idomeneo el cretense. No obstante, omite a Menelao, el marido burlado, y dice que desde Lacedemonia (Esparta) hubieran debido venir sus hermanos, Castor y Pólux. Ella es la belleza, pero se trata a sí misma de perra... Así, para muchas generaciones, antiguas y modernas, encarna el "eterno femenino" en todas sus contradicciones.
En el mundo de La Odisea, la presencia femenina es casi lo contrario de lo que podemos leer en La Ilíada. Ya en 1713, el inglés Richard Bentley, uno de los fundadores de la filología moderna, había insinuado que La Odisea había sido compuesta para un público femenino. Un escritor inglés de la época victoriana, Samuel Butler, llegará a postular que el poema fue escrito por una mujer, quien no puede ser otra que Nausícaa, "la Batelera" –una traducción posible de su nombre–, seudónimo que ocultaría a una princesa griega de Sicilia. En efecto, y sin suscribir esta hipótesis un tanto absurda, ¿cómo olvidar que el objetivo del viaje de Ulises es recuperar a Penélope, la mujer fiel, la que durante cuatro años engañó a los pretendientes tejiendo un velo durante el día y destejiéndolo durante la noche? ¿Cómo olvidar a las figuras que tienden a Ulises una mano salvadora: Ino-Leucotea, mortal convertida en diosa que en la tempestad descrita en el canto V echa sobre Ulises el velo mágico que le permite desembarcar en Feacia? O Nausícaa que, al lavar la ropa blanca como le ha ordenado su papá (la palabra está en el texto griego), descubre a Ulises desnudo. La princesa piensa en el matrimonio y explica al héroe que, para ganarse la confianza del rey Alcínoo, conviene acudir a su esposa, la reina Arete... Por otra parte, es la anciana nodriza quien reconoce a Ulises en su propio palacio, por medio de la cicatriz que lleva debajo de la rodilla. Finalmente, en el Hades se produce una larga digresión sobre las mujeres célebres que Ulises ve en ese lugar subterráneo, además de su madre. "



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