La luna "La fuente de mi canto En el gélido viento del norte ¿Acaso no depositará su rocío En el alma de mi pueblo? Aquí, en las nieves del norte, Acaso el mirto perfumado No florece entre las rocas De los valles umbríos, La lengua de nuestro pueblo Que como riachuelo plácido Cruza sosegado las praderas O bajo el cielo dorado, Ajeno a su belleza, Sin estridencia en su voz, Sin conocer su fuerza, Es como el trueno en el cielo, Como el rugido del mar: ¿No podría la lengua de este pueblo En el viento del canto Elevarse hasta el cielo Y buscar en él la eternidad? Así inicio yo mi canto A los astros del azul, Del diáfano cielo, mientras Contemplo con gozo desde Esta tierra la otra patria; A ti te canto, oh luna, Que reinas en la noche, Que brotas del seno De las nubes, como una flor De su capullo, con tu blanca Cara alegre, bajo el cielo, Del que los astros ardientes Se precipitan ante ti En la niebla tenebrosa. Así tú, espíritu humano Flotas en esas brumas, Cuando tu pensamiento Va en pos de Dios Debajo de las estrellas. Traducción: Albert Lázaro-Tinaut" epdlp.com |