Kitch (fragmento)Anthony Joseph
Kitch (fragmento)

"La señorita Daphne pela frijoles en la plaza del mercado sentada sobre un cubo de hierro dado la vuelta. Delante de ella, sobre un saco, hay expuestos mangos y frutipán moteado. Habla con la mujer gruesa que vende naranjas dulces en el puesto de al lado, echa la cabeza hacia atrás, ríe, y se le caen algunos frijoles de la falda. Unos puestos más allá, Mamá Yvette vende botellas de melaza, Mamá Pearl vende bacalao, arenques ahumados, rabo de cerdo y ajo, la señora Hoyte tiene nuez moscada y corteza de mabí, el señor Chambers vende parafina, Picton tiene maíz. Ya hay clientes caminando entre los puestos; compran ocra y pimientos dulces, pies de ternera y cangrejos vivos para el calalú del domingo.
Luego, por la tarde, cuando ya no quede nadie en el mercado, cuando ya solo languidezca el olor a tripas y a fruta podrida en los desagües y los vendedores estén guardando el género que ha quedado sin vender, una fila de largos coches pasará rodando, despacio, sobre el campo plagado de baches que hay detrás del mercado. La estación seca ha convertido el suelo en una superficie llena de grietas. Polvo. Buicks, Austins y Chryslers con forma de bala transportan a criollos franceses al hipódromo de Santa Rosa para las carreras de la tarde. Subiendo la colina, hacia el norte, el joven Bean está sentado sobre la madera desgastada de la entrada de su casa con la cabeza entre las rodillas. Marca ritmos con una rama de guayabo contra el borde astillado y hace resonar un contrabajo en la garganta que combina con notas altas. Su hermana Eileen fríe pescado por tandas en la cocina exterior que hay detrás de la casa. A Bean le llega el olor de la harina mezclándose con el aceite caliente en la sartén. Una abeja empieza a dar vueltas a la rama. Bean se levanta, se sacude el polvo del culo y siente un golpe de inspiración mientras baja silbando por St. Joseph Street, sus zapatillas resuenan sobre la grava. Saluda al adúltero Deacon que lija bastones de cedro en su cobertizo, le dice hola a la arpía de lengua negra que tiende sábanas blancas en la cuerda que hay entre la lima y la badea, a Baboolal, el sastre manco, que sujeta la aguja con la boca. "



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