Pensamiento monógamo (fragmento)Brigitte Vasallo
Pensamiento monógamo (fragmento)

"Antes de anegarse en el bulevar de los polvos perdidos, antes de convertirse en sinónimo (o eufemismo) de «no acostarse con nadie más que con la pareja legítima», la fidelidad refiere a la lealtad en el vínculo de manera amplia. Refiere a la voluntad y el compromiso de actuar y pensarse respecto a unas necesidades comunes (en un «común» autodefinido para cada caso) y respecto a una serie de acuerdos pactados o tácitos y que tienen que ver con el cuidado y la protección mutua y recíproca. Cuidado también entendido de forma amplia y no necesariamente vinculado a lo emocional. La fidelidad en sentido amplio viene ligada a la consciencia de no poder vivir solas, de ser ridículamente pequeñas e infinitamente vulnerables, así como a la necesidad de trazar alianzas perdurables en las que poder, simplemente, abandonarse. La fidelidad refiere al espacio de seguridad, a la zona sin riesgo, de protección, y a las identidades relacionales.
Para pensar, sin embargo, que no podemos sobrevivir solas debemos creer que «estar solas» existe, que es posible estar sola más allá de creerse sola, que es posible una existencia individual e individualizada respecto a las demás existencias. ¿Cómo podemos concebir la soledad en un mundo donde no hay vacío alguno? Ahora mismo, mientras escribo, puedo afirmar que estoy sola. Y lo hago porque no considero los ladrillos de la pared, el ordenador o la lectora hipotética y futura que está al otro lado de este texto como parte de mi misma naturaleza. No son compañía, son escenario. El escenario en el que yo me muevo. Mi decorado. Además, no considero que el resto de relaciones que me atraviesan estén operando ahora mismo en mí. Afirmo que estoy sola porque no tengo en cuenta a la persona que está durmiendo en mi cama, un par de puertas más allá, y que incluso en la inconsciencia del sueño me está acompañando simplemente por dormir ahí y no en cualquiera de las otras camas posibles. Afirmo estar sola, también, por no recordar que hay una red afectiva que cuenta con mi existencia y que no necesariamente está aquí y ahora. Cuando hablamos de soledad nos referimos, en un primer término, a la falta de presencia física e inmediata de alguien que yo considere una igual. "



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