Ada D'Adamo Come d’aria (fragmento) "Cuando tienes un hijo discapacitado, caminas por él, lo ves, coges el ascensor porque no puede subir las escaleras, conduces el coche porque no puede subir al autobús. Te conviertes en sus manos y sus ojos, sus piernas y su boca. Reemplazas su cerebro. Y poco a poco, para los demás, tú también acabas siendo un poco discapacitado: un discapacitado por poder. (…) Nos abrazamos en el sofá, nuestro lugar para las caricias nocturnas. Me sonreíste y, con tu voz sin palabras, comentaste la noticia con una modulación de sonidos tan articulada que me dejó estupefacta. Era como si entendiera perfectamente lo que te decía. En ese momento tuve la certeza de que realmente nos estábamos comunicando, de una manera que no puedo explicar, que no pasa por el lenguaje verbal (no para ti, al menos) sino que viene directo, sin demora, y que colma todos los sentidos. " El Poder de la Palabra epdlp.com