Los municipios libres (fragmento)Federico Urales
Los municipios libres (fragmento)

"El único valor positivo que puede reunir el individuo está en su moral y en su salud. Lo demás, todo lo demás, incluso el saber y el dinero, valen muy poco, comparados con aquellos dones.
Hasta por egoísmo, habría de ser generosa nuestra revolución. Si durante la lucha que se habrá de sostener para implantar nuestras ideas a nadie se mata, como no sea en defensa de la propia vida, las naciones no tendrán motivos para intervenir en la marcha de los destinos de España. A lo menos, no tendrán motivos morales, que es lo que más importa.
Y si queremos ser hombres capaces para establecer una sociedad de justicia y de paz, hay que dar ejemplo de humanismo, de tolerancia y de respeto.
No será mejor el que más mate, sino el que más perdone, y si bien es verdad que muchos no podrán de momento perder el hábito del señorío, del mando, de la intriga y de la holganza también lo es que si no confiamos en las virtudes y en las influencias del ideal y del medio, no podremos defenderle ni ponerlo en práctica con fe, que si ahora el ambiente a todos nos hace malos, o no nos deja ser buenos, entonces a todos nos invitará a ser buenos como hemos demostrado en el curso de este folleto.
Ya se nos alcanza que acabamos de hacer el bosquejo de una sociedad futura modesta, pero en estas, como en otras muchas cosas, vale más pecar de humildes que fastuosos.
Por otra parte, los grandes sabios y los grandes intelectuales no habrían de prestar su concurso a una sociedad sin categorías. S pidiéramos su saber, escribirían largos estudios con prosopopeya' harían entonados discursos con prestancia, para acabar diciendo que sin sabios que dirijan y sin intelectuales que enderecen, no es posible una sociedad bien ordenada.
Y todo para desempeñar ellos el principal y el mejor sitio, con lo cual ya demuestran que, moralmente, valen menos que el más humilde y el más ignorante de los peones que ofrece su esfuerzo con desinterés y buena voluntad.
Hemos de ser todos productores y todos artistas: todos libres y todos unidos por el bien de todos.
La modestia siempre está bien, y de lo pequeño se va a lo grande con mucha más facilidad que de lo grande a lo pequeño.
Se trata de una iniciación, de una preparación, de un programa, de una fuente de sugerencias, si se quiere. Es la dibujada una sociedad al alcance de todos los pensamientos y de todas las posibilidades, lo que hacía falta en este momento, según nosotros opinamos. Pero el que más que más diga, pero que lo diga pronto, que el tiempo apremia. "



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