Espacios mudos "Ni las paredes ni el silencio bastan para frenar el rastro de la muerte. En el fondo tras la puerta forzada, primero, la nariz; después, los dedos, la mano detenida tecleando el auxilio. Un cero, un nueve, un dos. Mujer. Madre precoz. Veintiséis años. Se ordenan la búsqueda y la captura del presunto agresor, del sospechoso, del marido, presunto compañero, del culpable, del presunto inocente. Viaja acompañado por sus dos hijos. En minutos se apagan las sirenas. Bajo el cuerpo vencido de la esposa, los cadáveres del niño y la niña. Baño sin pompas de jabón ni juegos donde yeso y cal mezclados con agua han construido un panteón tan blanco. Todo el miedo de una familia sola en la bañera y con el tapón puesto. " epdlp.com |