Extraños en la casa (fragmento)Raja Shehadeh
Extraños en la casa (fragmento)

"Mi padre subió las escaleras de su propia casa y abrió la puerta. Dentro estaba oscuro. Su esposa había cerrado todas las ventanas y contraventanas y había cubierto los muebles nuevos con tela blanca. Era extraño estar solo en esta casa vacía, moviéndose de una habitación a otra sin los sonidos habituales de su familia. No podía dejar de pensar en lo que significaba esta casa para él. Representó años de arduo trabajo y era la primera casa en la que había vivido, pues hasta que se casó había vivido en el Hotel Continental, que era propiedad de su tío, el padre de mi madre. Pero después de doce años como abogado de éxito en Jaffa, pudo establecerse por su cuenta, casarse y decorar esta atractiva casa, donde finalmente viviría una vida feliz y estable con su joven esposa y su hija de dos años. Le vinieron imágenes de su mujer con su traje de raso rosa, moviéndose elegantemente de una habitación a otra, mirándolo con su look de Greta Garbo.
¿Había venido a despedirse de todo esto?
¿Qué debo llevar conmigo? se preguntó a sí mismo. Nada. Nada en absoluto.
Estaba decidido: quiero que permanezca como está, cubierto y preservado durante nuestra corta ausencia para que cuando volvamos a quitar las cortinas de los muebles, airear el lugar y reanudar nuestra vida feliz.
En ese momento su mirada se posó en la estatua de porcelana de Buda. Era el único objeto que había quedado al descubierto. Se encontraba sobre una repisa de madera en una esquina, presidiendo benevolentemente la escena. Se acercó y vio los ojos tranquilos y entrecerrados, la sonrisa burlona, el vientre gordo y redondo, con el ombligo color aguamarina. Le reconfortó mirarlo. Quizás esto sería lo mejor. "



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