Abre los ojos y despierta (fragmento)Albert Salvadó
Abre los ojos y despierta (fragmento)

"Tras desaparecer Edvard, el dueño de la casa ha invitado al recién llegado a acompañarle y lo ha conducido hasta una sala grande, de unos treinta codos de largo por veinte de ancho, dividida en dos partes por medio de una arcada y decorada con madera oscura.
La mirada del visitante se ha detenido en la librería que ocupa más de un tercio de las paredes y está repleta de libros, rollos, carpetas y documentos. No es habitual encontrar algo así en una casa particular. Las bibliotecas de parecidas dimensiones pertenecen a los monasterios, a los conventos, a las universidades o a personas de muy alto rango, como nobles, príncipes y monarcas. No se le ha escapado que el resto de las paredes aparece cubierto por dibujos a lápiz y pequeños cuadros representando flores. Pero le ha sorprendido que todos los dibujos sean de rostros, mientras que todos los cuadros son florales, y que los colores sean para las flores, mientras que el blanco y el negro están reservados para los rostros. Sin excepción alguna. Sin embargo, no ha preguntado nada. Finalmente sus ojos se han posado en la gruesa alfombra que cubre el suelo de la mitad de la sala, en la que ha contado cinco butacas dispuestas en semicírculo.
Václav, alto, grueso, ya mayor, calvo, con una barba rojiza y ojos claros, lo observaba. "



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