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Los tiempos de los agrimensores (fragmento) "Kaspar caminó directamente hacia su padre y dio un gran giro. Ni una sola vez miró hacia atrás y no se detuvo en ningún otro lugar, excepto en un puente alto, que tenía una abertura grande y profunda en la parte inferior. Aunque ya se había agotado el decurso del agua del manantial, los afluentes más pequeños todavía fluían con bastante fuerza y también este río, en cuyo puente se detuvo Kaspar ahora, mirando hacia el sombrío y burbujeante orificio. Había cruzado este puente muchas veces, pero nunca se había detenido como esta vez. Su rostro también estaba renegrido como la sima de la inquieta apertura. Cuánto más lo contemplaba Kaspar en aquella terrible profundidad, más agradable le parecía. Quería descubrir, por así decirlo, qué es lo que realmente se esconde en ese misterioso abismo. Preguntándose así, vio en su espíritu esta respuesta: "¡He aquí la verdad, la paz y la felicidad!" En consecuencia, Kaspar sintió en su corazón una amable invitación a entrar; allí también escuchó la promesa de que sería liberado de una vez por todas de todas las ataduras y de todas las cargas, sería redimido de todos los perseguidores y malhechores. " epdlp.com |