Dashdorjiin Natsagdorj Hijos del viejo mundo (fragmento) "La vida en la estepa es monótona. Los días pasan y uno se parece mucho al siguiente. En la estepa pantanosa y cubierta de matas, cerca de un pozo, a veces se puede ver el humo saliendo de un ger descolorido. La interminable niebla blanca que lo rodea entristece el corazón. El sofocante calor del verano, abrasando el fieltro, adormece los pensamientos del ganadero. La tierra que rodea al ger nómada está salpicada de tortas planas de estiércol de vaca. Aquí y allá retozan algunos terneros. Desde la niñez hasta la vejez, la gente vivía cerca de un solo río y vagaba por sus orillas. Toda su vida se centró en torno a un pozo. Gavji Jambal permanecía siempre en cuclillas en un rincón del frente, balbuceando sobre Dios y las Escrituras. Zaisan Namji llegaba y hablaba de todo tipo de cosas relacionadas con las leyes. Escuchándolos los mongoles pensaron que no había pueblos más allá de las montañas y que el horizonte era el fin de la tierra. No sabían nada de lo que estaba pasando en el mundo. Viviendo en su rincón remoto día tras día, los mongoles rezaban a Dios por las mañanas y por las noches se inclinaban ante el cielo. Vivieron así hasta que murieron. El hijo del viejo mundo se acercó al ger al trote. Atado alrededor de su cabeza había un pañuelo de algodón blanco, y algunos cabellos sueltos de su despeinada coleta negra colgaban sobre su mejilla. Sus mangas rotas y raídas dejaban al descubierto dos codos ásperos y grises. -Nota: El "ger mongol" (yurta) es una estructura de vivienda tradicional portátil utilizada por los nómadas mongoles en la estepa. El ger es el corazón de la existencia de Mongolia, su vínculo con el pasado, el futuro y el mundo espiritual.-" El Poder de la Palabra epdlp.com