Plata y bronce (fragmento)Fernando Chaves
Plata y bronce (fragmento)

"El joven hacendado fue a cumplir sus obligaciones, a dar órdenes frías, secas:
-Que se preparen los peones para el corte de cebada, mandó. Más que por eso huyó de la casa por huir de Hugo.
Quería reflexionar.
Se vio su figura prócera, sobre el ágil potro que se movía a su sabor, vagar por la cima de los collados opulentos, bajo la caricia de ese sol delicioso que torna doradas, de un dorado vívido, las espigas del trigo.
El niño erraba reflexivo. Los indios se asomaban a las puertas de las chozas de sus huasipungos, para contemplar la silueta móvil del patrón que marchaba al azar por los senderitos de entre los sembradíos. Iba con la cabeza inclinada, los ojos casi cerrados, abstraído. Paróse el caballo y aspiró con delicia, dilatando las rojas narices, el aire embalsamado de trébol y hierbabuena que corría sobre la tierra nutriz, generosa y ubérrima. El jinete no se dio cuenta y siguió meditando. El sol cabrilleaba en las espuelas de plata y porfiaba por vencer la defensa que de la tez, ya comenzaba a tostar del caballero, hacían las anchas alas del "Stetson” plano que cubría su arrogante testa. "



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