Mohamed Toihiri La República de los Imberbes (fragmento) "Durante ocho días y ocho noches fluyó el río de fuego. Varias personas habían huido de él pero otras habían acudido a él. Vimos cientos y cientos de personas que venían del Norte y del Sur, del Este y del Oeste, de Maoré, de Ndzuani y de Mali cruzando montañas, bosques, desiertos de piedra, mares que venían y encontraban el río Fuego. Alguien -algunos dicen que fueron los chinos- difundió el rumor de que las emanaciones de un volcán tenían propiedades curativas. Alivian todas las enfermedades posibles e imaginables. Así, Singani se había convertido en un inmenso escenario teatral cuyos actores eran los sifilíticos, los epilépticos, los asmáticos, los paralíticos, los viejos, los hemorroidales, los gotosos, los ciegos, los sordos, los débiles, los lisiados, los leprosos, los apestados, personas con pies zambos, personas con una sola pierna, personas sin piernas, personas con piernas muertas, personas estreñidas, personas que padecían migrañas y personas con hernias. A lo largo del río de fuego había pequeños grupos charlando tranquilamente, sudando profusamente, soportando estoicamente ese calor de Gehena. Parecía que Lourdes había sido negrificada. Los invidentes acercaron las cuencas de sus ojos cerrados para tocar las brasas incandescentes. El único resultado fue quemarte las pestañas y los párpados. Los sordos a veces inclinaban el oído derecho y otras el izquierdo. Los mudos abrieron mucho la boca como si quisieran lamer el fuego. Los golosos hundieron los dedos de los pies en las piedras incandescentes. (…) Después de una semana de esta dieta infernal con alimentos insuficientes en condiciones higiénicas indescriptibles, los que estaban en peores condiciones habían abandonado el fantasma, los demás habían regresado a casa en un estado más lamentable que antes. El mito del volcán curativo había cobrado vida. El karthala apareció pataleando con impaciencia e inhumanidad. " El Poder de la Palabra epdlp.com