Saud Alsanousi Los ratones de Mamá Hissa (fragmento) "Acerqué mis labios al ojo de la cerradura. Le prometí que no lo montaría más allá del muro del patio. Ella no respondió. Regresé a mi habitación y miré por la ventana el motivo de mi arresto domiciliario. El sol siempre era implacable, golpeándonos cada vez que quería salir. Miré su rostro brillante con los ojos entrecerrados: ¡no se movió! Sabía que el sol era sólo una excusa, y que mamá tenía miedo de que yo saliera mientras ella dormía, de que fuera víctima de un accidente como el de nuestro vecino, y que nunca regresaría, a pesar de que el café bombardeado estaba muy lejos, hacia el mar; aunque intentar ir allí en bicicleta sería una tontería. Le di la espalda a la ventana. Me senté en el suelo, jugando con cintas de VHS. Nada me interesaba, ni las películas de dibujos animados ni las series infantiles que me sabía de memoria. Ignoré a Mickey Mouse en la pequeña pantalla del televisor y construí torres con las cajas de las cintas de vídeo, con túneles entre ellas. Agarré mi figura de acción de Hulk Hogan y lo metí dentro de la ciudad improvisada antes de estrellarla rápidamente sobre su cabeza. Cada vez que estaba aburrido o molesto, construía ciudades simplemente para derribarlas sobre las cabezas desprevenidas de mis figuras de acción y animales de plástico. Los minutos transcurrían como horas. Volví a mirar por la ventana. Todo se movía en el cielo: penachos de nubes, estorninos, palomas, la cola del milano azul atrapada en el árbol espinoso del vecino. Pero el sol se detuvo. En el jardín de nuestro vecino vi a Fahd. Estaba sosteniendo una bola del tamaño de una pelota de tenis, inclinado para recoger piedras, tal vez preparándose para un juego de andar con los otros niños de nuestra calle. En otra parte del patio, Sadiq partió un huevo sobre la tapa metálica de la alcantarilla y observó cómo se freía lentamente, chisporroteando sobre la superficie quemada por el sol. " El Poder de la Palabra epdlp.com