Colaciones (fragmento)Juan Casiano
Colaciones (fragmento)

"El desierto de Escete fue la morada de los más esclarecidos Padres de la vida monástica y el hogar de la más encumbrada perfección. Pero entre tantas flores de consumada santidad que allí moraban, el abad Moisés se distinguía por el perfume más suave afín de su vida activa y de su contemplación.
Con ánimo de instruirme y fundar mi vida en su enseñanza, fui a su encuentro con el santo abad Germán. Ambos, ya desde los primeros tiempos de nuestra conversión, cuando abrazamos las armas de la milicia espiritual, habíamos vivido en comunidad, tanto en el cenobio como en el desierto; y solía decirse, para expresar en qué grado de íntima unión estábamos solidarizados en el servicio de Dios, que no formábamos en dos cuerpos más que un sólo espíritu y un solo corazón.
De consuno pedimos con lágrimas al venerable abad una entrevista para nuestra edificación. Conocíamos de sobra la inflexibilidad de su carácter. No se resolvía fácilmente a franquear las puertas de la perfección, sino a aquellos que suspiraban por ella con fe sincera y la buscaban con un corazón contrito. Si él hubiese hablado de ella sin distinción a gentes que o no querían tal perfección o la deseaban con tibieza, hubiese temido al descubrirla a hombres indignos que habían de acogerla con displicencia, revelar secretos que solamente tienen derecho a conocer aquellos a quienes anima la sed de perfección. "



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