La misa de San Silvestre (fragmento), de La mujer con dos ombligosNick Joaquin
La misa de San Silvestre (fragmento), de La mujer con dos ombligos

"La multitud celestial se arrodilla ante la Puerta Postigo mientras san Silvestre avanza con las llaves para abrir las puertas de la noble y siempre leal ciudad de Manila al año nuevo. Doblan las campanas cuando se abre la puerta y san Andrés y sus acompañantes salen a saludar a la embajada celestial. Los dos obispos se abrazan y se dan el beso de la paz, y se dirigen a la catedral, donde el pontífice celebra la misa de la circuncisión. Siguen doblando las campanas durante la hora mágica y estallan en un estruendo verdaderamente glorioso cuando san Silvestre se pone en pie para dar la bendición final. Pero al dar la una dejan de doblar abruptamente, cesa la música atronadora, se desvanecen las compañías celestiales, y en la catedral, que lucía tan gloriosa con luces y estandartes y ceremonias solemnes, sólo quedan el silencio y la fría oscuridad de las naves vacías, y en el altar, la luz solitaria que arde ante el cuerpo de Dios.
Quienes han atisbado en visiones estas ceremonias dicen que, al igual que Jano, san Silvestre parece tener dos caras, pero estos informes son demasiado imprecisos, confusos y contradictorios para darles crédito. Más verosímil es la antigua creencia de que quien asista hasta el final a la misa de San Silvestre verá mil años nuevos más. Y se rumorea que Nostradamus logró presenciar una de estas misas sirviéndose de la magia negra, mientras que (según san Alberto Magno) Roger Bacon practicó la mayoría de sus experimentos tardíos sobre un prisma que debía hacer visible a los ojos mortales esta misa del portador de la llave del tiempo. "



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