El estado como preceptor inmoral (fragmento) Ouida
El estado como preceptor inmoral (fragmento)

"La tendencia de los últimos años del siglo XIX es hacia el aumento de los poderes del estado y la disminución de los poderes del ciudadano individual. Ya sea que en este momento el gobierno de un país sea nominalmente libre, o declaradamente despótico; ya sea un imperio, una república, una monarquía constitucional, o un principado autónomo y neutro; el gobierno real es una maquinaria estatal que sustituye la elección y la libertad individual. En Serbia, en Bulgaria, en Francia, en Alemania, en Inglaterra, en Estados Unidos, en Australia; donde quiera que sea, las formas externas de gobierno difieren ampliamente, pero debajo de todo está la misma interferencia del estado con la voluntad personal, la misma obligación del individuo a aceptar lo que dicta el estado en reemplazo de su propio juicio. La única diferencia es que tal pretensión es natural y excusable en una autocracia: en un estado constitucional o republicano es una anomalía, incluso un absurdo. Pero ya sea que esto fuese admirable o maldito, es llamativo el hecho de que cada año aumentan las pretensiones y los poderes del estado, y cada año disminuye la libertad personal del hombre. Cualquiera sea el origen del hecho, está ahí; y es probable que se deba al incremento de una educación enteramente doctrinaria, que aumenta a su vez el número de personas que miran a la humanidad como un sargento de instrucción mira los batallones de reclutas: estos tienen que aprender a moverse mecánicamente en masa, y no se debe permitir que ninguna sola unidad de ellos murmure o se salga de las filas. Que este o aquel recluta pueda estar bajo tortura todo el tiempo, al sargento no le importa nada. Que lo que hubiera sido un excelente ciudadano sea un recluta rebelde o ineficiente tampoco es asunto suyo: él requiere solamente un batallón que se mueva con precisión mecánica. El estado no es más que un sargento de instrucción a gran escala, con toda una nacionalidad marchando en el patio de armas. "


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