La chica de Zimbabue (fragmento)Augusto Góngora
La chica de Zimbabue (fragmento)

"Un estruendo silencioso emana de su cuerpo cuando en un solo movimiento arroja la colilla del cigarro al suelo, le pone el pie encima, gira la zapatilla hasta no dejar huella de los restos de tabaco, acerca despacio el teléfono a su rostro y escupe la pantalla. Le tira encima una mirada desafiante, guarda el celular en uno de los bolsillos traseros de su jeans, enciende otro cigarro y luego exhala la primera bocanada de humo con cierta satisfacción que no oculta del todo la ira que se asoma en sus ojos negros.
Las puertas del Bar Zimbabue siguen batiéndose cada vez que entran o salen curagüillas y prostitutas, dealers y candidatos a sobrevivir la noche, mientras ella continúa siendo la única persona inmóvil en esa noche que continúa acumulando nubarrones.
La segunda colilla también cayó al suelo bruscamente pero no fue aplastada sino que un puntapié la lanzó con desdén a un par de metros. Luego mira hacia su alrededor mientras decide hacia donde partir cuando suena el timbre del celular. Instintivamente mueve su cabellera negra y luego permanece inmóvil, como preparándose para una lucha sin cuartel.
El celular suena por cuarta vez y entonces ella lo saca del bolsillo y sin identificar quien está llamando aprieta la tecla para contestar, mientras el bus en que yo estoy comienza a moverse lentamente.
Ella escucha en silencio y yo me voy girando en el asiento mientras el bus dobla la esquina y antes de perderla de vista creo ver en sus ojos un relámpago que la estremece y durante el viaje hacia el hotel me recuesto en el asiento, cierro los ojos tratando de comprender si ese relámpago existió o lo imaginé sólo porque a esas alturas yo necesitaba que ella se estremeciera. "



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