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Monasterio de Surlan (fragmento) "Dejen que los sabios razonen como quieran, no se puede negar que la fe es la más fuerte y creativa de todas las emociones. El orgullo, el poder, la inteligencia, el coraje han logrado grandes cosas en el mundo; pero lo más grande que ha perdurado en el tiempo ha sido la obra de la fe. Muchas naciones antiguas han desaparecido, hasta el punto de que su memoria apenas se conserva entre la gente, y si queda algo de ellas que testifique tangiblemente de su existencia anterior, son sólo monumentos de su fe: estos permanecen hasta el día de hoy. Los monumentos de su poder, aunque cuidadosamente construidos, ya se han convertido en polvo, como los cadáveres de quienes los construyeron. Si las creencias, aunque erróneas, pero esenciales, eran fuertes; ¿Qué no logrará nuestro único testimonio verdadero, que el mismo Dios encarnado nos enseñó? Porque todo lo que hay en el mundo hoy que es duradero, noble y justamente poderoso, todo fue inspirado por la fe de nuestros padres. Ni siquiera entiendo qué puede hacer un hombre sin fe si, habiendo cometido grandes crímenes, aún no ha destruido por completo los restos de la nobleza de su alma: como el hombre no tiene en sí mismo el poder purificador, necesariamente debe recibirlo de un Ser más poderoso. De hecho, los paganos incluso tenían algunos rituales para sanar sus conciencias. Quizás el Señor Dios, mirando al criminal sinceramente humillado, le dio algún medio para volver a la virtud y bendijo su penitencia; porque nadie hará nada más allá de la capacidad de sacrificarse, y todo lo bueno, ya sea de obra o de pensamiento, no será posible sin la inspiración de Dios. Pero se trata de una cuestión profunda que no sólo un laico, sino incluso un sacerdote, no puede resolver. Lo que nos concierne es cierto, claro y cierto; y ocupémonos de esto; y qué pasará con los demás, nunca lo sabré. Nuestro Señor no nos ha revelado este enigma de la palabra. Lo único que sé es que, si bien es presuntuoso alentarlos, es cruel condenarlos. " epdlp.com |