El tiempo (fragmento)Stefan Klein
El tiempo (fragmento)

"En la selva, los minutos y las horas carecen de importancia. Las sociedades tribales también se las arreglan sin ellos; es más, en los idiomas de algunos pueblos primitivos incluso faltan palabras para describir estos breves lapsos de tiempo. Los seres humanos han establecido estas medidas temporales con la aparición de las sociedades altamente desarrolladas; el filósofo de la naturaleza Gerald Whitrow llama a este fenómeno «la invención del tiempo». Dicha invención fue necesaria para que las personas pudiesen ponerse de acuerdo en un complicado entramado de relaciones. Pero tuvo lugar en contra de la naturaleza humana. De ahí que hayan persistido hasta hoy los problemas con el tiempo, y por eso el control sobre los minutos y las horas se colapsa en situaciones mucho más cotidianas que la vida en una cueva.
Normalmente imaginamos el tiempo como un puré uniforme, del que cada cucharada tiene el mismo sabor que el resto del plato. Nos planteamos que 60 segundos son un minuto; 60 minutos, una hora; 24 horas, un día. Y cada unidad no es más que una fracción de la unidad mayor.
Sin embargo, nuestra vivencia del tiempo funciona de otro modo. Lo que podemos percibir en un instante no tiene nada que ver con los procesos mentales que convierten una hora en una sala de espera en una experiencia insoportable o que nos permiten sentir el rugido de nuestras tripas cuando se acercan las doce del mediodía. Si nos adentramos en un mundo desconocido como el de una cueva, dichas diferencias se manifiestan rápidamente. En nuestra vida cotidiana se nos escapan, porque en caso de duda nuestra mirada va rápidamente hacia un reloj, que mide todos los tiempos del mismo modo. Pero con ello, sin quererlo y, a menudo también inconscientemente, vamos en contra de nuestra naturaleza. Por este motivo, también debemos percibir la simetría de los relojes como un poder tiránico.
Poseemos la libertad de permitirnos una experiencia mucho más rica del tiempo. Muchas veces una hora es más de una hora, aunque otras también es menos que la suma de sus minutos. Y un día no consta simplemente de 24 horas. "



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