Cortejo y Epinicio (fragmento)Hernán Díaz Arrieta
Cortejo y Epinicio (fragmento)

"Este grito religioso figura entre las efectivas novedades que a la poesía nueva de Chile aporta David Rosenmann-Taub. Los jóvenes del período nerudiano iban por otra senda y estas visiones no los asaltaban. ¿Habría aparecido un precursor, uno capaz de sacudir la rutinaria férula no ya de veinte o treinta años atrás, sino de ayer, de anteayer?
Sería la mejor nueva del año.
Otro rasgo sorprendente, inesperado, entre los arrebatos líricos: la nota humorística. Ignoramos si el poeta quiso provocarla, si tuvo o no tuvo intención de reír, cosa que en muchos inhibe la risa, porque no se atreven a contrariar propósitos explícitos o implícitos de una obra.
Existe, naturalmente, una explicación y la hallará quien observe el subtítulo «Funerales» y siga leyendo el resto de la composición. El poeta se refiere con sarcasmo a un niño muerto.
Otros se emocionarán: quiere decir que son estrofas de doble efecto. Mayor riqueza.
Por lo demás el nuevo autor no la requiere; su Cortejo y Epinicio descuella, justamente, por la variedad de tonos, la abundancia de metros, ritmos y rimas -no desdeña éstas ni aquéllos- y la soltura con que maneja su delicado instrumental. Uno se siente a través de una selva, bien acompañado por invisibles voces, modernas, clásicas, arcaicas o revolucionarias, siempre en espesura y con profundidad de terreno. "



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