El Padre (fragmento)Olegario Lazo
El Padre (fragmento)

"Temblando de placer, gritó:
-¡Mañungo!, ¡Mañunguito…!
El oficial lo saludó fríamente. Al campesino se le cayeron los brazos.
Le palpitaban los músculos de la cara.
El teniente lo sacó con disimulo del cuartel. En la calle le sopló al
oído:
-¡Qué ocurrencia la suya…! ¡Venir a verme…! Tengo servicio… No
puedo salir.
Y se entró bruscamente. El campesino volvió a la guardia,
desconcertado, tembloroso. Hizo un esfuerzo, sacó la gallina del
canasto y se la dio al sargento.
-Tome: para ustedes, para ustedes solos.
Dijo adiós y se fue arrastrando los pies, pesados por el desengaño.
Pero desde la puerta se volvió para agregar, con lágrimas en los ojos:
-Al niño le gusta mucho la pechuga. ¡Denle un pedacito…! "



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