Le Roman du Malade (fragmento) "Te conocí bien. Sabía el momento en que viniste a mí y cuando tu ligero caminar, por el pasillo, estiró tu vestido sobre tu hermoso cuerpo como el de aquellas victorias envueltas por el viento. Conocí el lugar cerca de la ventana donde el sol doraba tu piel como la cáscara de una fruta, mientras el deseo de esclavizarme estaba en tu frente hermosa, en tus ojos ligeramente y extrañamente iluminados, en cada aliento que levantaba como dos alas tu pecho escondido. (...) Estaba esperando por ti tan frenética, tan infeliz, tan desgarrada... y luego llegaste, me diste tus manos y fui consolada, pero sin seguridad, tus manos, por un momento las sentí demasiado caprichosas, demasiado móviles, siempre listas para tomar el control. " epdlp.com |