Terézia Vansová Sirota Podhradských (fragmento) "Hasta bien entrada la noche, no pudo olvidar todo lo que escuchó de la madre de Daniel, como la llamaba mentalmente, y de su querido padre fallecido. Luego, los acontecimientos de la historia posterior, el incendio y el destino que la llevaron a esta casa donde su amado padre pasó su juventud. Y es por eso que esta casa se volvió cada vez más querida para ella, en la que realmente comenzó a considerarse a sí misma como una dueña y a los que estaban allí solo como invitados. En realidad, el otoño ya se acercaba, la nieve cubría el paisaje, el campo estaba desolado, el invierno. El viento aullaba en las ramas sin hojas de los árboles y buscaba esconderse en todos los rincones. Silencio y desolación están por todas partes, y por eso el hogar era querido por toda familia que se reúne a su alrededor en buena armonía. En esos difíciles y tristes momentos otoñales, Viola pensaba en su vida solitaria, porque incluso cuando vivía en una casa numerosa, no pertenecía a ella ni por voluntad propia ni por las acciones de quienes estaban en esa gran habitación de la planta baja. A Viola sólo le quedó una pequeña habitación oscura. " El Poder de la Palabra epdlp.com