A la paz "¡Cuán eterna serás, dulce palabra! Tierra y cielo por siempre cubrirás, y serás tú la que por siempre abras el sendero donde el bien se apostará. Cual estrella reluciente en las noches oscuras de este mundo de impiedad, sea tu luz la que brille y nos antorches y por siempre nos dé su claridad. ¡Oh paz! inefable y sacrosanta; recorre los senderos de la tierra y evita la tempestad que levanta el ímpetu violento de la guerra. ¡Oh paz! desde el dombo azul de universo, deshazte en densas lluvias fecundantes; y has que se ahoguen los espíritus perversos para que tú, hija de dios, salgas triunfante. Cuando cantamos ¡gloria en el cielo! El eco de tu nombre abre los pasos, para que los hombres unidos con anhelo vivan tranquilos, en fiel y entero abrazo. " epdlp.com |