Cabaret Biarritz (fragmento)José C. Vales
Cabaret Biarritz (fragmento)

"Los periodistas, los sepultureros y los gusanos somos los únicos que sacamos provecho de los muertos. Y en aquella época, a mí los muertos me venían muy bien, qué quiere que le diga. Una cosa le puedo asegurar: los periodistas sabemos mucho de muertos. No todos los muertos son iguales, aunque los poetas hablen de la igualdad de todos los hombres en la muerte y esas tonterías. Blablablablablá... No es lo mismo un muerto común, digamos, por pulmonía o por la gripe española, que un muerto al que le han rebanado el cuello con un corvillo; del mismo modo que no es lo mismo un muerto en los caminos de Auvernia que en un palacio de París. Para nosotros, los muertos valen también lo que valieron en vida: un rey nos da (al sepulturero y a mí) más dinero que un mendigo. Y si me apura, también los ricos proporcionan más alimento a los gusanos: al respecto, un orondo y opulento potentado no tiene comparación con un miserable famélico. Esa historia repetida de que la muerte iguala a todos los hombres es... un cuento para espíritus cristianos. Un muerto ilustre, qué sé yo, como Goethe o Napoleón o Mozart o el apóstol Santiago, por ejemplo, sigue proporcionando dividendos a periódicos, editoriales, librerías, revistas, y las ciudades donde están enterrados naturalmente obtienen sustanciosos beneficios de los turistas y los visitantes que acuden a sus túmulos como devotos peregrinos. La gente habla de los muertos como si nada, sin embargo... Piensan que son ceniza, y nada más: pregúnteles a los impresores de París si Victor Hugo no es más que cenizas. Por otro lado, también es muy importante la forma de morir: porque el muerto puede ser un mendigo, o una prostituta, pero si mueren en su cama... ¿a quién le importa, sino al arrendatario que se ha quedado sin los diez francos semanales del alquiler? Sin embargo, si aparecen con las tripas fuera y se desconoce la identidad del asesino... la cosa tiene más interés. Y más interés significa más venta. Y más venta significa más felicidad. Por eso los muertos me venían muy bien. "


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