Aventuras en democracia (fragmento) "La democracia llegó a Japón diecisiete años antes de que yo naciera, después de que gigantescas bolas de fuego cayeran sobre dos de sus ciudades costeras y volatilizaran los cuerpos de seres humanos, perros, gatos, ratas, cuervos, cangrejos, árboles, arbustos, hormigas, orugas, abejas y otros seres vivos. Estos bombardeos nucleares dejaron tan estupefactos a los supervivientes de la guerra que adoptaron una constitución impuesta por su antiguo enemigo y se convirtieron en una democracia. Mi padre fue uno de los oficiales de operaciones que dio órdenes al bombardero nuclear Enola Gay de atacar Hiroshima. Era un capitán de veinticuatro años de las Fuerzas Aéreas estadounidenses destacado en la pequeña isla de Tinián, en el océano Pacífico. Decía que la suya fue una responsabilidad puramente técnica. Los suboficiales como él desconocían la naturaleza exacta de la misión. El Gobierno estadounidense y sus asesores militares creían que las bombas pondrían fin a la guerra de forma rápida y definitiva. El fin justificaba los medios. Sin embargo, cuando hablaba de ello, la mirada parecía insegura. Solía llevarme a pasear por nuestro barrio, que por aquel entonces era un paraíso del consumo de alto nivel, con pequeños santuarios de madera encajonados entre Kenzo y Prada. A veces pasábamos junto a un descampado repleto de escombros y revistas pornográficas deformadas por la lluvia. Mi padre decía que, antes de la guerra, allí había una gran casa familiar. Había visto las ruinas cuando entraron las fuerzas estadounidenses para ocupar Tokio. Nuestra casa se alzaba en un solar en el que había habido una escuela para novias. Las jóvenes vivían allí durante un año aprendiendo a preparar la comida, al estilo japonés y occidental, junto con otras técnicas de supervivencia necesarias como esposas. Cuando mi madre plantaba tulipanes, peonías y azafrán en nuestro pequeño jardín, desenterraba fragmentos de porcelana de la escuela, detritos de los ataques aéreos de los bombarderos estadounidenses contra zonas civiles como la nuestra. " epdlp.com |