Jane Mander La historia de un río de Nueva Zelanda (fragmento) "La principal causa de su inquietud fue que había comenzado a cuestionar las verdades. Si vives junto a un río tarde o temprano tienes que hacerlo. No puedes evitar sentarte a su lado, escucharlo y observar pasar el agua. Y luego te preguntas sin hacer nada de dónde viene toda el agua y adónde va, cuándo empezó a correr y por qué, y si alguna vez terminará y por qué. Y tus pensamientos corren con él y cambian con él. Y sales de noche a mirar las estrellas reflejadas en sus oscuras profundidades, y luego miras las estrellas mismas y preguntas cuándo y por qué otra vez. Y poco a poco os preguntáis si todo lo que los hombres han dicho sobre ellos es verdad, y quién fue el primer hombre que lo dijo. Y le gustaría estar bastante seguro de que fue inspirado por Dios. " El Poder de la Palabra epdlp.com