La venta del patriarca Brkic (fragmento) "Todos los cortesanos y vasallos de Dusan, a su vez, estaban inscritos en una especie de libro de oro veneciano, que los señores cerraban bajo nueve llaves, y así se convertían en los peores enemigos de su pueblo, como una bruja que traiciona a sus nietos y los hijastros acaban de prometerse a esa persona, olvidan su linaje y se avergüenzan de su rebaño, odian su lengua, tradición y costumbres, celebrar su nombre de bautismo, o mejor engañarnos o lo que sea que no les guste e ir a la guerra con Dios, los pobres les traeremos tortas para que no nos hagan daño, porque a mí se me cayó una vela hijo, ponle una vela al santo y dos al diablo. Esa casa me sacó de Kosovo, luego para cortejarla, el abuelo me acompañó cuando aún era un niño, fui a Bubic a cortarme el pelo, y así supuestamente logré pasar la miseria. Todavía recuerdo, como en un sueño, la cantidad de gente que había. Era como una oveja, con el torso desnudo, y su barba le caía sobre los hombros. Bajó el arma y su pecho quedó salpicado de un polvo amarillo, que se derramó cuando el tabaco se aspiró en sus fosas nasales. Estaba sentado sobre una mesa, hundido como en un pesebre, y envuelto en un manto rojo y peludo. Se subió el gorro hasta las cejas, se tapó las orejas y se colgó unas gafas redondas en la nariz. Todavía ahora parece que me persigue el olor de ese cuerpo muerto y perezoso. " epdlp.com |