La maternidad: una impostura (fragmento)Victòria Sau
La maternidad: una impostura (fragmento)

"El problema fundamental del género humano es la muerte. La muerte hace necesaria la sucesión. Para que la rueda de los días siga girando, para que no se desaprenda lo aprendido, para que los muertos puedan ser enterrados, hacen falta quienes devengan de como bien dice Baguenard, Maisondieu y Metayer, los dioses no necesitan tener hijos porque son inmortales. (La demografía actual parece ir en este sentido: a mayor esperanza de vida de los pueblos, menos natalidad).
Una vez admitida la muerte y que todo ser humano procede de alguien, hay que admitir también que ese alguien son dos, llámense madre femenina y madre masculina, o como quiera que por convención les llamemos. En la sociedad de los padres en cambio ese alguien se erige como uno y se autodenomina Padre mediante un proceso de abuso de fuerza y de poder que le lleva a auto legitimarse como tal. El Padre, con mayúscula, aumentado peligrosamente de tamaño, ha “engordado”, devorando a la madre, fagocitándola, para que siga cumpliendo funciones intrínsecas solo que desde dentro suyo, desde el fondo de su terrible vientre de ogro. La maternidad ya no es corresponsable con la paternidad, al contrario: es reducida a un destino vicario, esclavo de la Ley del Padre. El poder de vida y muerte pasa a manos de Uno Solo, quien organiza la sociedad entera en función de su matrofagia.
La maternidad, absorbida al interior del orden patriarcal, empieza a obrar al dictado del Padre que la contiene. Sus cometidos, básicamente parir y criar, son los que el Padre no puede y/o no quiere ejercer por sí mismo, pero sobre los que ordena y manda para que su omnipotencia sea absoluta: los hijos que yo quiera, cuando quiera, de quien quiera, cómo yo los quiera. "



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