La vuelta al perro (fragmento) "Ya pasó la camioneta de la policía con su cancioncita: Quédate en casa, el virus es peligroso. Como no volverá hasta mañana, decido ir a caminar. Entre las dos direcciones posibles, escojo salir a la ruta, aunque la velocidad de los autos es molesta y la inclinación de la banquina dificulta el caminar. Me pregunto por qué no escogí el camino de tierra que pasa por el barrio nuevo y los campos. Como si hubiese estado con el oído pegado a la puerta, frente a su casa pareada a la mía, aparece el novio de la vecina: —El otro día me estuve acordando de ti —dice desde lejos, sin rebasar los canteros que antes tenían lirios. Para oírlo me acerco al límite de la distancia social. El novio, desde los canteros secos, me cuenta que en una época llegó a escribir cuarenta y cinco cuadernos. —Yo tengo apenas cinco. Con suerte —suspiro. —Me agarró una fiebre —confiesa el novio. Ni él puede explicarse cómo llegó a escribir tanto. —Mis chicos eran chicos, y yo todo el tiempo escribiendo en los cuadernos. Me acordé de ti —repite. Y calla, pensativo. " epdlp.com |