Las horas completas (fragmento) "Pero ese prototipo de novelista, contemplado en su dimensión humana, se nos manifiesta consciente de su condición precaria, acorralada, intrascendente, de la que reniega personalmente pero que exculpa como condición universal, y por tanto legítima, le vemos utilizar esa condición como materia de su escritura, le escuchamos cuestionar el sentido mismo de la vida, su coherencia, exhibir su desapego, su irreverencia para con las normas sociales, proclamar nietzscheanamente la transmutación de los valores de la moral, o invitar a los clérigos a abandonar las seguridades en nombre de la entrega a las pulsiones de la vida, y todo ello ¿no evoca esa mezcla de pesimismo y de resistencia frente al panoptismo de una sociedad esencialmente disciplinaria y domesticada como la moderna, convocada desde sus márgenes, de una filosofía como la de Foucault, una filosofía que ha constituido el núcleo mismo del pensamiento post-estructuralista? Y una actitud que exhibe su escepticismo, su falta de programa y de precisión biográfica, su sentido de una fatalidad que trasciende los esfuerzos individuales, la estrechísima asociación de la subjetividad al cuerpo, ¿no nos remite a esa condición posmoderna que han diseñado Lyotard, Baudrillard o Vattimo, los pensadores a la vez post-estructuralistas y postmodernos, y que protagoniza no un sujeto sino un pensamiento-cuerpo, un ánima-mínima, experto en sobrevivir en los intersticios, en los huecos, en las contradicciones de una vida que se ha vuelto inconmensurable, sin horizontes definidos, en la que se ha perdido la capacidad de representación, sometida a la constante expansión cibernética, en la que el sentido de la realidad naufraga en la pluralización incontrolable de los mensajes hasta disolverse en un océano de fluidos comunicacionales? " epdlp.com |