Il Picolo Alpino (fragmento) "Siguió un silencio casi doloroso; El corazón de Giacomino latía muy fuerte. De repente no pudo evitar gritar: -¡Aquí está el tren! Y casi al mismo tiempo la voz del teniente gritó por el aparato telefónico: -¡Fuego! Pero no se escuchó nada. Silencio por unos momentos más, más dolorosos que el primero. El tren emergió con su masa negra móvil, pequeña como un juguete, del segundo promontorio. Pero fue alcanzado, envuelto por un incendio y una enorme columna de humo. -¡Golpear! ¡Golpear! El teniente, los soldados, Giacomino, parecían locos de alegría. […] -¡Qué carnicería!- dijo Giacomino – ¡mira! Se pueden ver claramente los vagones destrozados. Aquí hay gente huyendo. Parecen marionetas. " epdlp.com |