Habitación 5007 (fragmento) "7 La máquina que monitoreaba mi corazón, sus líneas moviéndose como olas y sus estridentes números parpadeando en rojo y verde, era una Piedra de Rosetta del siglo XXI hablando cruda poesía. Recuerdo a una amiga, una que de verdad lee mis poemas, diciendo que encontró uno viejo llamado Daughter of Lady Jaguar Shark y lo volvió a leer sentada en las escaleras bajo una lánguida luz. Me dijo que el poema decía todo lo que necesitaba ser dicho. Mi tributo a la mujer Maya que encendió su estrella y acompañó los siglos de los hombres me da la fuerza para desterrar a este invasor de mi cuerpo. Y sé que esas líneas digitales y números en la pantalla se traducen en palabras que recorren mi cuerpo, luchando por sobrevivir. 8 Un día, vientos violentos traen consigo dudas, cantan algo que yo imito a la perfección en un tiempo determinado. Un día, una nueva energía me llama, e incluso en sus visitas breves, la premonición me levanta sobre sus hombros vigorosos. Las posibilidades eran morir o salvarme: la enfermedad pudo tomar cualquier camino aún sin nombre en la sorpresa, con dolor o sin dolor en sus ofrendas. Esta vez lo conseguí, estoy aquí todavía equilibrándome entre opciones que jamás pude guiar ni controlar. Pude haberme abandonado pero en lugar de eso me repuse y seguí avanzando, haciendo preguntas sin respuestas, haciendo trueques con el futuro. 9 Aprendí que mi cuerpo guarda maravillas bajo la manga, historias contadas en lenguajes que jamás he oído y que sujetarán mi mano en tiempos de necesidad. Mi órbita no es más grande ni más pequeña que la próxima, mi vida no importa más que aquella de la enfermera africana que se toma el tiempo para sonreírme. Es más: nuestras órbitas dependen la una de la otra, y su desempeño es mayor que la suma de sus partes. Ocupo mi lugar en este escenario: en una mano el propósito, el azar en otra. La mujer de ochenta y seis años se va casa, a un mundo transformado, hecho de paja y arcilla en lugar de los ceros y unos de nuestro conocimiento impostor. Sobrevivir o derrumbarme ya no es el problema, sino cómo usar el tiempo que me resta, cómo entregaré su significado al pasado, al futuro, al ahora. -Traducción: Juan Suárez & Juan José Pozo-" epdlp.com |