Testimonio de un jurista (fragmento) "Cada nuevo “descubrimiento” personal, respecto de la ley y el principio de legalidad, suponía al tiempo un desengaño y una decepción vocacional e incluso una sensación de culpabilidad pensando en las falsedades que yo había estado explicando a los estudiantes en los primeros cursos de mi carrera avalado por la autoridad de la cátedra, ya que no de mi persona. Poco a poco mi noción sublime de la ley y del principio de legalidad, ante la observación de la realidad de los hechos, se fue viniendo abajo y desembocó en la sensación de un naufragio total de dichas ideas. En 1980 había motivos para el optimismo, pues a lo largo de estos años se ha producido un vaciamiento de la base ideológica del legalismo, quedando reducido el principio de legalidad a una mera cuestión académica, a un mito. La igualdad de la ley es ficticia, como demuestra la tensión constante entre igualdad formal y desigualdad real. La generalidad de la ley también se ha visto socavada por la proliferación de las leyes medida y las leyes singulares. La ley ni siquiera es ya una fórmula de compromiso, sino un medio para arrollar a los adversarios. " epdlp.com |