Filho das hervas (fragmento) "Después de ese sacrificio, a Manoel le pareció que él la amaba más y la deseaba, y mientras la besaba, le dijo conmovido, que le pareció ver la imagen de Anna caminando hacia él, llevándole en una sonrisa el perdón de su crimen, ofreciéndose al martirio, resignada y paciente, con un triste gesto de inmolada. Entonces todo su corazón se abrió para recibirla, sintiendo crecer su deuda de amor por esta dulce criatura, después de haber sacrificado su felicidad. La virtud, el futuro, todavía se consideraban recompensados, en su miseria y en su dolor cuando giró la boca descansándola en su rostro tan puro, recordándole con un beso el pasado festivo de sus amores. Ahora eran los dos que se abrazaban, con sus ojos llorosos, juntándolos en el corazón, acercándose a los enemigos en el mismo culto, apaciguados por la seguridad que sabría amarlos con el mismo fervor y tal vez la felicidad en la misma labor de justicia e inmovilidad. Por fin había dejado de llover y la niebla se había disipado con lentitud casi teatral. " epdlp.com |