La escopeta de caza (fragmento)Yasushi Inoue
La escopeta de caza (fragmento)

"Yo creía que el amor era semejante al sol, rutilante y victorioso, eternamente bendecido por Dios y por los hombres. Creía que el amor crecía poco a poco en potencia, como un río límpido que centellea en toda su belleza bajo los rayos del sol, temblando en mil arrugas levantadas por el viento y resguardado por orillas cubiertas de hierba, árboles y flores. Creía que era eso el amor. ¿Cómo podía imaginar un amor al que el sol no ilumina y que fluye de ningún sitio a ningún sitio, profundamente hundido en la tierra, como una corriente subterránea?
[...]
De niña Madre me contó el cuento del lobo que, poseído por el demonio, engañó a un conejito. El lobo quedó convertido en roca, en castigo de su pecado. Madre me engañó, engañó a Midori, engañó a todo el mundo ¡Dios mío! ¿Qué la impulsaría a obrar así? ¿La poseyó algún horrendo demonio? Sí, eso es lo que ocurrió. Madre utilizaba la palabra “pecador” en su diario: “Yo, y Misugi también, somos pecadores. Y puesto que no nos es posible dejar de ser pecadores, seamos al menos grandes pecadores.
[...]
Me sentía liberada. La triste y pesada carga que había abrumado mis hombros ya no existía. En su lugar, tan sólo quedaba un vacío que curiosamente me tenía casi al borde de las lágrimas. Noté que necesitaba pensar en un montón de cosas. No en cosas sombrías, tristes, aterradoras, sino más bien inmensas, vagas, serenas y apacibles. Me sentí como arrebatada por una sensación de embeleso, o, mejor aún, por la sensación de mi liberación. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com