Haití "Cada día, empleo el dialecto de los ciclones locos. Y proclamo la locura de los vientos contrarios. Cada tarde, utilizo el patois de las lluvias. Y proclamo la furia de las aguas desbordantes. Cada noche, hablo a las islas del Caribe el lenguaje de las tempestades histéricas. Y proclamo la histeria del mar en celo. Dialecto de los ciclones. Patois de las lluvias. Lenguaje de las tempestades. Evolución de la vida en espiral. Fundamentalmente la vida es tensión. Hacia algo. Hacia alguien. Hacia sí mismo. Hacia el punto de madurez donde se desatan lo antiguo y lo nuevo. La muerte y el nacimiento. Y todo ser se realiza en parte en la búsqueda de su doble. Búsqueda que se confunde en última instancia con la intensidad de un deseo, de una necesidad y de una investigación infinita. Perros que pasan –siempre me han obsedido los perros errantes- le ladran a la silueta de la mujer que añoro. A la imagen del hombre que busco. A mi doble. Al rumor de las voces que huyen. Desde hace tanto tiempo. Se diría treinta siglos. La mujer se fue. Sin bombos ni platillos. Dejando mi corazón destemplado. El hombre ni siquiera me tendió la mano. Mi doble me lleva siempre la delantera. Y las gargantas deshechas de los perros nocturnos aúllan espantosamente con un ruido de acordeón roto. " epdlp.com |