Leucipa y Clitofonte (fragmento) "En fin, [tan pronto como me desató y me abrazó entre lágrimas] experimenté un sentimiento de lástima hacia ella y tuve de verdad miedo de que el dios Amor me guardara rencor. Por lo demás, estaba el hecho de haber recobrado a Leucipa, de que después de este episodio iba a verme libre de Mélite, y de que lo que hiciésemos no era ya una boda sino una medicina para un alma enferma. Y así me resigné a que me rodease con sus brazos y no puse reparos a sus abrazos. Y ocurrió cuanto Eros quiso que ocurriera, sin que precisáramos ni de cama ni de ningún otro pertrecho habitual en el rito de Afrodita. Amor es maestro de sí mismo y sagaz improvisador que cualquier lugar convierte en santuario de su culto secreto. En el trance de Afrodita lo más elemental sabe mejor que lo más elaborado, pues él mismo es su fuente de placer. " epdlp.com |