Henrich Steffens Qué he vivido? (fragmento) "Después de esos momentos tuve que buscar la soledad; No la soledad lúgubre de la habitación, sino más bien la que me situó en medio de la naturaleza. Un lugar solitario, cerca de la ciudad, donde importantes murallas cubiertas de hierbas altas, que sostienen imponentes hayas, encierran pantanos cubiertos de juncos, era particularmente querido para mí. Rara vez vi gente aquí, y sólo desde lejos: pero muy cerca, detrás de los árboles, se alzaba la majestuosa catedral con sus torres; Ante mí se encontraban las viviendas hundidas de los héroes cuyos monumentos la iglesia preservaba; y sobre la tumba de la historia se apiñaba la fresca vida de la naturaleza; Las flores se asomaban entre la abundancia de hierbas, los árboles que solo podían brotar mucho después de que lo que el hombre había construido hubiera sido destruido se elevaban gigantescos en el aire azul, y los insectos jugaban entre las plantas y los juncos. Saludé a los escarabajos activos, a las mariposas coloridas, a los insectos rastreros, a las flores como conocidos, y la sensación de que esta vida en sus formas cambiantes no me era ajena me llenó de pura alegría. Todavía recuerdo vívidamente el momento impactante cuando, después de la última comunión de mi madre en la iglesia, fui bendecido por ella en su casa después de una oración silenciosa y liberado, y me encontré aquí en el escenario de tantas alegrías solitarias. " El Poder de la Palabra epdlp.com