Pierrot y su Conciencia (fragmento) "Pierrot y su Conciencia entraron en esta sala vistosa y abigarrada, adornada con las banderas de todas las naciones, el dinero no tiene país, y donde, mientras la música de baile suena a todo volumen, se comercia con carne de mujeres. Pero no se quedaron allí mucho tiempo. No estaba feliz allí. Las Desdémonas, las Julietas, las Chimeneas, algunas en traje de baño, con las piernas brillantes de seda, paseaban por allí, todas con los labios puestos ante el primero que llegaba, coqueteando con caballeros capaces de ganar tres o cinco luises. Ni siquiera buscando el humor. Había hombres aburridos caminando por ahí. Seis muchachas inglesas, que hacía un momento habían sido aplaudidas furiosamente, tres como niños pequeños, tres como bailarinas andróginas, ahora, entre la multitud otra vez, constantemente rozadas, tocadas al pasar por grandes deseos, seis muchachas inglesas, faldas de seda roja, medias negras, ropa interior negra, sus rostros impasibles, a la vez perversos e ingenuos, se retorcían en un baile extraordinario. Dos de ellas vestían los sencillos vestidos azules de las mujeres del Ejército de Salvación y llevaban los grandes sombreros de ala de embudo de los nuevos evangelistas. " epdlp.com |