El único lugar (fragmento) Thomas Stangl
El único lugar (fragmento)

"No turbéis a los espíritus en su descanso eterno, advierten los griots, la imagen de un anciano delgado con una toba blanca, con un solideo blanco sobre su cabeza calva y una perilla blanca finamente recortada; una figura aislada: no hay aldea, no hay multitud de oyentes, no hay suelo bajo sus pies, su advertencia es parte de la narración o del canto, su principio o su final, pero la fuente y el objeto de la canción, un río con acantilados, corrientes, estrechos y bajíos, pero un curso inmutable, es Soundjata Keita, el primer rey de Mandingo, el hombre de los dos nombres, el séptimo y último conquistador, que hizo de Niani la ciudad más grande de la tierra. Djeli Mamadou Kouyaté deja la historia en manos de un autor: una vez traicionada, puede cambiar de lengua, de forma, ser cortada y ensamblada, reposar en el papel o casi perderse, volverse incomprensible en tierra extranjera. Dice que los griots han aprendido y jurado transmitir lo que debe transmitirse y ocultar lo que debe ocultarse. Son fuentes de palabras y sólo a través de ellas y en ellas vivieron las historias de Soundjata y de los numerosos mansas que gobernaron mandinga después de él, nuevas ciudades, se dice, una sonrisa de la que nada leemos, una boca que no se abre, surgieron y desaparecieron: el elegido de Dios, Hadj Mansa Mussa, hizo construir casas en La Meca para los peregrinos mandinga, pero las ciudades que fundó ya no existen: Karanina y Djèdjèfé. "


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