Siete historias (fragmento)Iván Sirjaev
Siete historias (fragmento)

"Finalmente llegué al destino de mi largo viaje en trineo. Los caballos cansados, respirando con dificultad, detuvieron mi carruaje hasta el porche de un gran edificio de dos pisos con una escuela en el pueblo, tres de cuyos lados daban a un cementerio lúgubre con cruces de madera negras y solo el cuarto daba a la carretera. El pueblo era muy pequeño. No había nadie en la calle. Con el corazón pesado por el dolor, miré el pueblo: justo frente a mí se alzaba una pequeña iglesia, a la derecha, tres o cuatro casas viejas con ventanas pequeñas y sucias, a la izquierda, un enorme edificio gris, más parecido a una prisión que a una escuela, y detrás de él una larga e interminable hilera de cruces sepulcrales...
"¡Qué lugar más asqueroso!", dijo mi conductor mientras ataba los caballos a una valla. Lo compadezco, señor.
Mi corazón me dolía aún más, porque ya preveía una vida aburrida y monótona que me esperaba entre graves cruces.
En el umbral de la escuela apareció una figura alta, la de un sirviente escolar. En su mano sostenía una linterna con restos de una vela de sebo en su interior, que arrojaba una tenue luz alrededor. Mientras yo luchaba por liberar mis pies de una pesada manta cubierta de copos de nieve, él permaneció allí un largo rato, me miró con sus viejos ojos y, obviamente, no me reconoció. Finalmente, como si estuviera pensando algo, dejó la linterna y corrió hacia mí. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com