En diciembre llegaban las brisas (fragmento)Marvel Moreno
En diciembre llegaban las brisas (fragmento)

"Aquel fatalismo provocaba en Lina una reacción de miedo, no sorpresa —ya a los catorce años había perdido la facultad de asombrarse ante las cosas que su abuela y sus tías decían— sino un oscuro temor que le hormigueaba en las manos mientras se preguntaba por enésima vez a qué calamidad la habría condenado ya el destino. Viendo a su abuela sentada frente a ella, pequeñita, frágil como una niña de siete años, con los blancos cabellos peinados hacia atrás y recogidos en un discreto moño sobre la nuca, tenía la impresión de oír hablar a una Casandra milenaria, no excitada ni histérica, ni siquiera realmente Casandra puesto que no se lamentaba de su suerte ni de la de los demás, pero cuyas predicciones debían cumplirse inexorablemente. Alguien que llevaba el pasado guardado en su memoria, y de él, de su asimilación y comprensión, deducía el presente y hasta el futuro con una imprecisa tristeza, como una diosa bondadosa, pero ajena a la creación, y en consecuencia, incapaz de detener el error y el sufrimiento de los hombres. Por eso, porque siempre había creído que de antemano todo había sido jugado, que una fuerza secreta nos impulsaba a dar cada paso en la vida, ese paso y no otro, se negaría a intervenir cuando ella se lo pidió para salvar a Dora de casarse con Benito Suárez, aunque teóricamente podía hacerlo, pues a nadie en el mundo la madre de Dora respetaba tanto como a su abuela. "


El Poder de la Palabra
epdlp.com