Adúlteros y adúlteras (fragmento) "La idea del honor tiene que interpretarse más racionalmente, dejando de amalgamarla, de confundirla, de fusionarla, con pasiones y sentimientos completamente distintos; llámese temor al ridículo, amor propio despechado o dolor del bien perdido. El honor, tal como es en sí, no se empaña jamás por delitos ajenos, pues cada individuo tiene su honor particularísimo, el conquistado por sus actos, que no puede menoscabarse ni sufrir detrimento en su acrisolada pureza, por hechos que no les es dado evitar, cual son todos los que dependen de otra voluntad, de otra conciencia, de otro criterio. " epdlp.com |