Vamba El diario de Gian Burrasca (fragmento) "Después de lo ocurrido anoche, parecía que esta mañana había ocurrido una gran tragedia en casa. Hacía ya mucho tiempo que era mediodía y ni siquiera se pensaba en sentarse a desayunar como otros días. Ya no aguantaba más el hambre. Entré tranquilamente al comedor, cogí del armario tres bocadillos, un buen racimo de uvas, una infinidad de higos dottato y con el sedal bajo el brazo me dirigí hacia el río para comer tranquilo. Entonces comencé a pescar, y solo pensaba en atrapar los peces pequeños, cuando de repente, sentí un tirón en la caña que sostenía en mi mano. Quizás me incliné demasiado hacia adelante, porque... ¡abajo, pùnfete! ¡Me caí al agua! Parece increíble, pero en ese momento no pude evitar pensar: ¡Mira, mis padres y mis hermanas estarán felices ahora de no tenerme más bajo sus pies! ¡Ahora ya no dirán que soy la ruina de la casa! Ya no me llamarán más Gian Burrasca como apodo, ¡me da mucha rabia! Me hundía profundamente en el agua y ya no entendía nada, cuando sentí que dos brazos de acero me levantaban. Respiré profundamente el aire fresco de septiembre y, de inmediato, sintiéndome mejor, le pregunté al barquero que me sostenía en sus brazos si había pensado en salvar también mi pobre sedal. " El Poder de la Palabra epdlp.com