Mara (fragmento) "Mara, una mujer grande, corpulenta y pesada, con las mejillas magulladas por el sol, la lluvia y el viento, se sienta todo el día bajo la tienda, detrás de la mesa llena de fruta y pan de jengibre. A la izquierda, hay una cesta con pescado, y a la derecha, agua hirviendo para los "vornovistas", para quienes el rábano picante en la mesa se ríe de vez en cuando. Los niños corren buscando trabajo, vienen cuando tienen hambre y se van cuando están saciados, juegan alegremente, pelean, ya sea entre ellos o con otros, y el día pasa desapercibido. Por las noches, Mara, la mayoría de las veces, come sola, porque los niños, cansados, se quedan dormidos mientras ella cocina la comida. Pero la madre come para ella y para los niños. Sería una pena dejar algo para mañana. Luego, después de beber otra jarra de agua buena, saca la bolsa para hacer los cálculos. Pero nunca lo hace sólo por el último día, sino por toda su vida. Descontando los intereses de sus fines, aparta el dinero para mañana, va a la cabecera de la cama y trae las tres medias: una para la vejez y para el funeral, otra para Persida y la tercera para Trica. No pasa un solo día sin que ella ponga al menos un gorro en cada una de sus tres medias; Más felizmente toma prestado para mañana. Cuando consigue dejar el florín, lo besa, luego se queda así, sola, con el dinero esparcido sobre la mesa, pensando y finalmente rompiendo a llorar. " epdlp.com |