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El canto de los cisnes (fragmento) "Habíamos bajado a Háls a vivir y ahora vivíamos a las afueras de Havnina. No albergábamos ninguna desesperanza en relación al temor de que nos atraparan ni nos devoraran; de hecho, habíamos vivido sin preocupaciones en el agua, cerca de la fábrica de Østrøm, entre barcos de arrastre y pilas de pescado salado y los botes del astillero. También había un almacén derruido. Disponíamos de un ejército allá en las montañas, donde no se concitaban los comerciantes y la única persona en varias millas a la redonda se llamaba Henrik y vendía boletos de la fortuna." epdlp.com |