Josip Jurcic El décimo hombre (fragmento) "El señor del castillo de Slemenice tenía la costumbre de celebrar su cumpleaños con un gran banquete, al que invitaba a todos sus amigos y conocidos de los alrededores. Pero si decimos todos, no debemos pensar en una multitud de familias con madres e hijas, hijos mayores y pequeños, porque Dios plantó este castillo en un lugar tan solitario que el Sr. Benjamín podía contar con los dedos de ambas manos a todos sus invitados, educados y semieducados, incluyendo incluso al maestro de escuela de largas piernas. Este año, sin embargo, la desgracia significó que el hombre no pudo reunir ni siquiera a este pequeño número para celebrar su cumpleaños. Uno de los señores vecinos se había mudado a un lugar donde siempre se celebraban bodas la Navidad pasada; su viuda y sus hijas, conocidas por su poca belleza, vestían de negro, y les parecía indecente mostrar esas señales de descontento en una fiesta. La familia de un juez cercano había ido a algún lugar del pueblo para asistir a la boda de un tío anciano en segundo grado, a quien, según las habladurías, estaban obligando a casarse en tercer grado. Así que los invitados renunciaron a sus maridos como el rico pobre del Santo Evangelio. El señor Vencelj y su hija, el bombero, un viejo oficial retirado, y el maestro de escuela, habían prometido asistir. Marijan y su padre también fueron invitados, pero no se sabía si vendrían o no, porque el hijo llevaba mucho tiempo sin estar presente y el anciano tenía unos hábitos un tanto repugnantes y antisociales." El Poder de la Palabra epdlp.com