Wajdi al- Ahdal Una tierra sin Jasmine (fragmento) "Mi vida es un sufrimiento constante por las miradas que me dirigen constantemente, tanto dentro como fuera de casa. Estoy bajo supervisión día y noche. Nadie piensa en mí, en mis sentimientos, sueños y ambiciones, ni admite que tengo derecho a vivir tranquila sin que nadie me moleste con su mirada inquisitiva y deseos reprimidos, y el derecho a una vida feliz que un padre no debería envenenar con sus sospechas y fantasías, ni una madre metiendo las narices en mis asuntos privados. [...] Es tan femenina que rompe corazones incluso cuando está completamente cubierta por el velo. Sus ojos son muy grandes y sus pupilas negras brillan con ternura y dulzura. El impacto de sus pestañas, espesas y largas, es casi mágico. Cuando le tendí la mano, ella se disculpó y dijo que no les daba la mano a los hombres. Dejó mi mano suspendida en el aire en una situación ridícula. Así descubrí que es de esas mujeres que fingen ser modestas y se niegan a dar la mano en público pero luego se entregan dócilmente en privado." El Poder de la Palabra epdlp.com